martes, 22 de abril de 2008

Die Welle - La ola - The Wave


En los colegios de Alemania, se realiza, una o más veces al año, lo que acá llamamos una Projektwoche, que se puede traducir literalmente como "una semana de proyecto" o más bien, de proyectos.

Sí, en una Projektwoche, hay un tema general -en este caso, formas de estado- y, dentro de él, subtemas. Uno de esos subtemas es precisamente el que "le tocó" (porque no lo quería) dirigir o realizar a Rainer Wenger, interpretado por el conocido actor alemán Jürgen Vogel (si a alguien le parece raro que tenga esos dientes... varios dentistas se han ofrecido a "arreglárselos" gratis, pero él ha rechazado las ofertas; supongo que así, con esa boca, es más "real").

En esta "semana de proyecto", debe haber habido más subtemas, pero sólo sabemos de dos: autocracia y anarquía.

Rainer, que había sido un anarco -¿o lo seguía siendo? me parece que sí- quería hacer... anarquía. Pero este "grupo" (que se compone de alumnos de diferentes clases e incluso, de diversos cursos) había sido ya "tomado" por su colega, el profesor conservador (no en último término, por la vestimenta). Este quiere evitar que Wenger, en vez de hacer clases o de explicar o de investigar con los alumnos acerca de la anarquía, los indoctrine haciéndolos proclives a este tipo de corriente.

La historia se basa en un llamado "experimento social", titulado The Third Wave, que tuvo lugar en 1967, también en un colegio, en la Cubberley High School, de Palo Alto, Estados Unidos. Sin embargo y, como se pueden imaginar, la película es bastante diferente a la tercera ola norteamericana.

Toca un tema muy peligroso en Alemania, no sólo por nuestra propia historia, sino también porque, lamentablemente, este tipo de pensamiento totalitario y autocrático está más que presente entre algunos jóvenes alemanes, sobre todo en el Este del país.

Pero, a diferencia de La tercera ola, este experimento se le va de las manos al profesor. Y termina en forma sangrienta... Sí, no olvidemos que el cine europeo es dramático... No estamos frente a un drama con final feliz y que te deja optimista y con ganas de luchar por el bien y la justicia, como Freedom Writers

No, Die Welle te deja pensando... Acá lo han puesto para 12 años, para que lo vean los escolares. Se los mostraría, pero después, o antes, les presentaría también una película más optimista...

No, no crean que la película no me gustó, la vería de nuevo y está sí que merecería ganar un premio, mucho más que Das Leben der Anderen - The Life of Other - La vida de los otros que, a mí no me gusto en lo más mínimo.

Es una exageración sostener que lo que se muestra pueda ocurrir en el transcurso de una semana... Pero supongo que no había otra forma de contar la historia.

La falta de confianza -salvo en un caso- entre padres e hijos... es sintomático de esta sociedad. Que los padres estén en la luna, también.

La pelea entre Rainer y
Anke, me la imagino perfectamente. Él es, en el fondo, un resentido, que no admite que su sra. (mujer) tenga más éxito que él... Pese al apoyo de la directora, la falta de compañerismo, el "hablar por detrás" y no decir las cosas en la cara, entre los colegas profesores me parece... tristemente conocido.

La confianza de la directora hacia Rainer, la verdad es que me parece bien; sin embargo, no debió haberlo dejado solo ese día sábado.

La caracterización de los alumnos (el hedonista, el turco, el Ossi, el de abajo) está bien, así son los escolares alemanes de los segmentos altos de la población; me parece una sociedad que le ha encontrado poro sentido a la vida... Aunque sean simpáticos para "pasar el rato", but no more. Los padres no son realmente amigos de sus hijos... si lo hubieran sido, habrían logrado detener el experimento a tiempo. Piensen en esto, cuando la vean.

Max Riemelt, como Marko, muy bien, mucho mejor que en El Naufragio del Pamir - Der Untergang der Pamir

Las alumnas (aunque la prensa alemana, de izquierda y de derecha, porque esta película es una cinta política las ha pasado en silencio, por eso, tan extendido en este país, de que "las mujeres no cuentan") también están muy bien caracterizadas: la gordita comprensiva y dócil, las dos toosies de izquierda, provenientes de familias "liberales". Una de ellas, claro, se cree Sophie Scholl, como le dice Marco. Pero son las únicas que hacen algo, que inician una suerte de movimiento de resistencia.

La ciudad donde se desarrolla la historia, no existe. Los autos tienen patente BE, que corresponde a una ciudad inexistente. Pero fue filmada en Potsdam y en Brandenburg. Las tomas de la ciudad son de Potsdam, el edificio de los andamios es la Nikolaikirche

Una ciudad, que me parece, además de aburrida, es agresiva. Fíjense cómo reacciona el conductor del vehículo que no puede seguir su camino, porque a Rainer, le lanzaron desde un puente, pintura roja: a gritos. Rainer también le responde así: gritando.

En el fondo, la película nos muestra que chicos -y mayores- que piensan que viven en una sociedad ilustrada y políticamente "mayor de edad", pueden perfectamente caer en un fenómeno totalitario del cual ellos mismos pasan a formar parte activa; la cinta muestra como están dispuestos a entregar su libertad y su individualidad al grupo, a una idea y a un Führer o guía.

La escena final, con el discurso anti-globalización (que podría haber sido tomado textual de una arenga de Lafontaine, el jefe de nuestro Partido de Izquierda o Die Linken, como se llaman oficialmente) deja entrever o más bien, muestra claramente que la amenaza totalitaria viene de ambos lados que, en realidad, ya que ambos son hijos del mismo totalitarismo.

Pienso que la crítica demoledora de que ha sido objeto por parte de los medios alemanes se debe precisamente a que coloca a la extrema izquierda (sin nombrarla, pero es obvio) a la altura de la extrema derecha. Y esto es algo que algunos en este país -sobre todo quienes tienen mucha relación con la educación- no pueden tolerar.

Con todo lo centrada en sí misma y egocéntrica (y fría) que es Karo, interpretada por Jennifer Ulrich, es el personaje que más podríamos aplaudir de toda la película.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

He visto la película y es impresionante, como cambian de actitud los alumnos del grupo, de no poder verse entre ellos, tener diferente nivel economico y cultural a formarse todos en 1 donde se apoyan unos a otros, se cubren las espaldas y como les llega a 'corromper' LA OLA, sobre todo a Rainer. La mayoria de los muxaxos viven en familias destructuradas lo q les lleva a que LA OLA se vuelva en su familia.

Anónimo dijo...

Buenas Marta, respondo a tus preguntas:

En lo del descrédito me refiero a aquellos aspectos que se salen de lo que ocurrió en el experimento. Los chicos se vuelven muy violentos, aunque en clase realmente no se les mete en la cabeza ninguna idea de ese tipo. Del mismo modo crean una parafernalia de propaganda propia de un partido(camisetas, pegatinas, plantillas para grafitietc) en un sólo día!!Solo hacer el pedido ya les hubiera llevado unos cuantos días. Y por último, el experimento se llevó a cabo con chicos algo más jóvenes que los de la película. Creo que podria volver a ocurrir, pero a un joven que va a pasar a la universidad tardaría un poco más en radicalizarse de esa manera.

En cuanto a los Ramones, son el grupo de Punk Rock más mítico de la historia!!!No me imagino a alguno de mis profesores de instituto o universidad con esa camiseta en clase...

Muchas gracias por tu crítica!! Un saludo.

Marta Salazar dijo...

Muchas gracias querido Mono!

Te pasaré a visitar con frecuencia! Muy bueno tu blog!

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Hay muchas lecturas que se pueden hacer de LA OLA. No solo la facilidad con que un grupo de personas adopten ideas proclives al totalitarismo, sino también como las envidias -representadas en el personaje de Karo-, el excesivo individualismo, y toda forma de radicalización del pensamiento alimenta desde afuera a estos movimientos.
LA OLA funcionaba bien (en apariencia), la cuestión se comenzó a distorsionar cuando surgieron las disyuntivas individuo versus grupo.
LA OLA invita a reflexionar sobre los peligros de "la tiranía de la mayoría" y de "la locura de un tirano"

Marta Salazar dijo...

HOLA Ignacio!

Muchas gracias por tu cimentario!

SALUDOS!

Emanuel Zylberberg dijo...

Excelente crítica. A mí también lo que me dejó poco conforme fue el manejo de los tiempos (el pasar de elegir color de camisa a vandalizar la ciudad en grupo en tan sólo un día), pero supongo que quisieron mantener lo de la semana de proyecto (además, no sé qué tan proclive es la juventud alemana a expresarse de esa forma, tal vez es algo que sucede con relativa facilidad).

Primera vez que entro a este blog, pero lo agregaré a favoritos.