viernes, 26 de octubre de 2007

Hannibal Rising


El canibalismo no es algo erradicado del mundo, de nuestra avanzada civilización primermundista. Sin ir más lejos, sólo hace un par de años, tuvimos en Alemania, el caso del caníbal de Rottenburg, cuya historia fue incluso llevada al cine (la película está prohibida en Alemania, su sola posesión está multada con 250 euros, aparte de otras penas).

Hace apenas unos meses, un joven alemán (18 ó 19) se comió a varios de sus compañeros de desgracias en un asilo para indigentes en Viena.

¿Cómo un adolescente, un joven (y más aún, uno muy inteligente) se puede transforma en un caníbal, en un verdadero monstruo?

Qué lleva a una persona a convertirse en un cruel asesino y además, en un caníbal, esto era lo que todos nos preguntábamos al conocer a Hannibal Lecter en la primera película sobre este personaje: El silencio de los corderos. Y es a lo que da respuesta la excelente cinta Hannibal Rising

El siglo 20 ha sido uno de los más cruentos de la historia. No, no creo que el hombre del siglo pasado haya sido esencialmente diferente al de los anteriores; sin embargo, el hombre del s. 20 ha contado con la ciencia y la tecnología que le ha permitido ser aún eficaz en sus obras de destrucción.

Asimismo, el s. 20 fue la culminación del mito del progreso indefinido y de la creencia en una evolución moral del hombre hacia... hacia "lo más alto"... Y fue un siglo, al menos en su segunda mitad, decepcionado de sí mismo, negativo, en que la vida comienza a considerarse absurda. El grito de Hesse y su generación es / fue: "Estamos solos, abandonados" (cfr. Jutta Burggraf, artículo aún inédito). El hombre se convierte en un lobo estepario, hijo o nieto o más bien bisnieto, del homo homini lupus hobbesiano.

La familia de los condes (supongo que eran condes, como la línea francesa de los Lecter) lituanos se encontró, en 1944 en medio de la crueldad de la guerra. En un enfrentamiento entre soviéticos y alemanes, murieron los papás de Hannibal (y después su hermanita Mischa). Los dos niños quedaron solos y un grupo de... de "partisanos" lituanos (no eran ni alemanes, ni rusos, como se repite erróenamente), de esos que iban para un lado y para el otro y que existen en todas las guerras, se refugian en la cabaña de caza de los Lecter y, desesperados, comen a Mischa, que -según dicen ellos mismos- tenía pulmonía, de manera que moriría sí o sí.

Los caníbales cantan una canción infantil (su origen se remonta al s. XVIII) que es muy popular en Alemania (y probablemente en toda Europa Central) Ein Männlein steht im Walde... Parte de la ópera de Humperdinck, Hänsel und Gretel (o Hansel y Gretel, como le decimos en mi familia en Chile), en que, como Uds. saben, la bruja quiere comerse a la Gretel. Es un ritornello en toda la cinta...

Cantada aquí por una cantante de ópera:



Hannibal es "rescatado" por tropas soviéticas y es "educado" en un hogar de huérfanos que se instala en el burgo de los Lecter. La canción que cantan -y que él no canta- en la primera escena en el hogar es, entre paréntesis, una oda a Stalin. Como tantas que había en la Unión Soviética. Una amiga rusa nos cantaba hace poco algunas de las que ella tenía que aprender en el colegio sobre Lenin.

El trato en un hogar de huérfanos en el socialismo real era duro y cruel. Hannibal logra huir siendo teenager (14, según mis cálculos). Tiene que haber sido a comienzos de la década del '50, en que la frontera entre las dos alemanias no estaba aún taaaan controlada como en los años siguientes. De manera que era difícil pasar, pero no imposible. Además, Hannibal no tenía nada que perder.

En Francia, se encuentra con que su tío ha muerto hace apenas un año. Y es acogido por su sra., una japonesa. Los matrimonios entre la nobleza europea de origen centroeuropeo y las japs no eran inusuales (según mis observaciones, la apertura de los nobles a los extranjeros es mayor que la del resto de la población), por ej. el fundador de Paneuropa, el Conde bohemio o checo, dirámos hoy, Coudenhove-Kalergi era hijo de una japonesa. Su hermana, Ida Friederike Görres, fue una conocida escritora y pensadora "alemana" (de lengua alemana), cuyo pensamiento tal vez sería interesante rescatar hoy en día.

Lady Murasaki lo acoge y le da algo que él había olvidado: cariño (una forma de reparación por lo que Hannibal ha sufrido, en palabras del inspector Popil), así es como él aprende a amar (y decide hablar), pero lo que su tía política no le enseña es a perdonar. Una vez escuché a una judía alemana que decía, a propósito de los horrores del holocausto, que lo que ella había aprendido de los cristianos es a perdonar...

La excelente actriz -que no es japonesa, sino china- Li Gong, interpreta a una aristócrata japonesa que perdió a toda su familia en Hiroshima. Le dice a Hannibal: "sólo quedamos nosotros dos", de su familia y de la de los Lecter.

A su familia la une especialmente, el culto a los antepasados, a sus antepasados, los samurai. Es ella quien enseña a Hannibal a pelear como un samurai y él usa las espadas de los antepasados para vengarla, después de haber sido ofendida por el carnicero xenófobo (y sexista).

No voy a ocultar que, después de unos años, se desarrolla una relación de vínculo amoroso entre el sobrino y la tía, que no pasa de un par de besos, porque ella le pide que renuncie a la venganza -en el fondo, por su amor- y él rechaza esta petición y, con ello, la rechaza a ella.

No sé si Lady Murasaki siente una atracción por el inspector Popil (tendría que leer el libro pasa saberlo). Un amor así, en la sociedad de entonces, habría sido imposible, debido al diferente rango social de ambos. Lo que unía a los dos personajes es que el policía francés, especialista en crímenes de guerra, también había perdido a su familia.

Impresionante es la escena en que Hannibal ve el cuadro que representa a Isaac antes de sacrificar a su hijo y piensa que se lo quería comer (!). Entonces recuerda que el ángel no detuvo el brazo de quienes sacrificaron a Mischa para sobrevivir ellos.

El director (el británico Peter Weber) fue bastante delicado y no nos muestra todo lo que ocurrió en la cabaña de los Lecter. Lo vemos y lo intuímos poco a poco, a medida que Hannibal lo va recordando en sueños y en visiones fugaces. Él mismo quiere saber lo que pasó, porque en realidad no lo recuerda. Por eso se inyecta la "pócima de la verdad" que le habían dado de beber al condenado a muerte.

A medida que conoce la realidad, va cambiando, cada vez para peor. Hasta convertirse en un monstruo (Popil) e incapaz de amar, como le recuerda su propia tía y la única persona que lo quiere.

La verdad es que, a Hannibal debieran haberlo tratado desde los seis años; pero claro, en el hogar de niños de Lituania, darle un tratamiento adecuado era imposible. Al llegar a Francia, Lady Murasaki debió haberlo llevado a un psiquiatra. Una experiencia tan dura como la que tuvo cuando niño a los seis años, más los ocho años que pasó en el hogar lituano, es algo que no se puede superar solo.

Pero nadie lo hizo y Hannibal Lecter, el ser humano, murió a los seis años, después de la muerte de sus papás y de su hermanita. Murió y se convirtió en una "máquina para matar".

La caracterización de los padres de Hannibal es excelente, así se veían y actuaban los nobles centroeuropeos de aquel entonces. Entre paréntesis, la mamá de Hannibal es la actriz lituana Ingeborga Dapkunaite

Un gran acierto de los productores ingleses haber escogido la Rep. Checa para filmar, no sólo por los paisajes y por la calidad de los camarógrafos, sino también por la autenticidad de algunos actores secundarios. Muy buena también es la actuación todos los actores centroeuropeos que colaboran en la película.

Es una película para ver con calma y pensar un poco en nuestra historia. Para analizar, conversar, escuchar y ver, al menos dos veces.

Para quienes tengan miedo, les diré que no tiene el suspenso que puede producir un infarto de El silencio de los corderos, ni escenas de las que salían en Hannibal, ni tampoco en el Dragón Rojo.

Se corre el peligro, eso sí, de ponerse de parte de Hannibal y desear que "liquide" a los asesinos de Mischa, que emigraron a Occidente y se dedican a la trata de blancas y a quizás qué otros negocios ilegales (el restaurant de Kolnas es, sin duda, un sitio para lavar dinero). Aparte del que se quedó en el Este, convirtiéndose en un despiadado servidor del régimen soviético. De Grentz, que se fue a Canadá, no sabemos mucho, salvo que tenía un negocio de caza perdido en una zona boscosa de ese país...

Esta es una película -me parece a mí, al menos- mucho más inteligente, profunda, seria que las anteriores (posteriores) sobre Hannibal Lecter y... describe muy bien un capítulo desconocido y terrible de la historia de Europa en el siglo 20. Ahora que se está destapando los horrores cometidos por el Ejército Rojo en su avance hacia Occidente al final de la II Guerra Mundial, me parece que adquiere un valor aún mayor. Los horrores de los nacional socialistas, ya los conocemos.

Hannibal podría haber tenido otro destino... sí, no era su "destino ciego" convertirse en un monstruo y en un asesino inmisericorde, como tampoco lo obligaba la promesa que se había hecho a sí mismo -y no a Mischa, aunque él así lo veía- de matar cruelmente a sus asesinos... Una promesa de hacer algo malo no obliga.

Pero él escogió y escogió mal... Si hubiera confiado en el estado de derecho -pero es que ya había fracasado en algunos casos, como reconoce Popil- y le hubiera entregado toda la información a la policía... Tal vez habría podido tener otro fin...


3 comentarios:

Benita Pérez-Pardo dijo...

"El hombre es un lobo para el hombre"- hace años que no lo oía ni leía...

Suena que la película es buena!!!. Ya veo que avisas que no es de mucho miedo. Cuando la vea te cuento. Sabes que soy un poco miedica pra las pelis de terror aunque por lo que cunetas es más un drama (dramón) que una peli de terror...


La historia de la guerra me ha recordado un libfor que leí hace muchos años "Un saco de canicas" que cuentala huída de dos niños judíos durante la Guerra. El autor era joseph Joffo. Nada que ver con esta historia... pero me ha venido a la memoria. Los dos niños permanecen juntos y eso les salva de los mayores horrores- el odio- que es el que mata.

Un fuerte abrazo

Luna Carmesi dijo...

Buena pelicula.
Y tu post mucho mejor, me ha encantado todas las reflexiones e informacion que nos muestras.
Gracias.

Marta Salazar dijo...

gracias Benita, gracias Luna!