viernes, 11 de enero de 2008

Eastern Promises - Tödliche Versprechen - Promesas del Este


¡Una película muy buena! La veré de nuevo, cuando salga en DVD. Lo que sí tengo que advertirles a los amables lectores es que es una cinta en que se muestra mucha brutalidad, de manera que no gustará a todos. Además, a nosotros toda esta realidad, nos afecta muy directamente, en Europa central. Claro que esta historia se ambienta en Inglaterra.

Sí, muy cruda, sobre todo para quienes -como yo- tenemos fobia a las armas blancas. Sí, la mafia rusa -y también la chechena y la kurda- parece que, al menos en Gran Bretaña no usa armas de fuego- de manera que estén preparados para cerrar los ojos o mirar para otro lado si los cortes y la sangre (o la falta de ella, en el caso del corte de los dedos para elimirar las huellas digitales) les parece demasiado. En todo caso, las "peores escenas" se ubican al comienzo de la película.

Es muy real, lo que se muestra, existe. Lamentablemente. Y habría que hacer algo para que no existiera más.

Las chicas ucranianas, georgianas o las rusas esclavas del sexo en Europa sufren lo mismo -o más- de lo que se nos "lee" en el diario de Tatiana. Tanto quienes las esclavizan, como quienes "gozan" de ellas, no son -a diferencia de lo que se muestra en la película- sólo personas de esa nacionalidad. En los hechos, los clientes de los prostíbulos no son sólo rusos o ucranianos; también son naturales del respectivo país. Y esto me parece especialmente grave.

No entiendo cómo hay personas que, en el s. 21, aún defienden las prostitución como si no aceptarla -yo no la acepto- significara desconocer "el derecho de la mujer a trabajar". No es así, este no es un trabajo, es una gran humillación, además quien se queda con el dinero no es la mujer... Pensar que el dinero será entregado a la prostituta es, al menos, una ingenuidad.

Qué raro -y qué bueno- que no abortaron a Christine. Qué bueno que Anna (Naomi Watts, excelente en esta película, tal vez el mejor personaje que ha hecho). Qué bueno que no pudieron abortarla, porque, en su diario, Tatiana cuenta que le dieron la píldora para el día después; pero no resultó.

Como ven, Promesas Mortales no es para personas muy sensibles.

La lucha entre Nikolai desnudo (la escena es buenísima y no tiene comparación con la -más bien algo ridícula- pelea del desnudo héroe nórdico en La leyenda de Beowulf)... Nikolai estaba desnudo por encontrarse en un baño turco, en compañía de Azim, uno de los jefes de la mafia kurda. Las muertes "en los baños" son un leit motiv ya desde el tiempo de los romanos. Esta escena es indudablemente, bastante fuerte; pero muy real.

Nunca he estado en un prostíbulo (por dentro); pero me imagino "live" que el ambiente es como el que se muestra... Fíjense en cada detalle de la actuación de Viggo Mortensen, sobre todo en la escena final en el prostíbulo. Da claves para entender el resto de la historia.

Tatiana cuenta en su diario que las ventanas estaban cerradas para que no se escaparan las "esclavas" (o no se suicidaran, me lo puedo imaginar) y que les inyectaban drogas para tenerlas bajo el total control y dependencia de sus amos.

La trata de blancas, el negocio de las drogas (que llegan aquí desde Kabul) y el contrabando de armas y de alcohol siempre han ido de la mano...

Cuando Anna habla a Nikolai acerca de Christine, él le responde, "las hijas de esclavas, son también esclavas". No es por nada, pero, ya sé que Tatiana es rusa... en la película, pero el resto de las chicas son ucranianas y georgianas. Fíjense cómo hablan estos rusos de esos países, especialmente cómo se refieren a las esclavas ucranianas, que no son más que cosas, objetos de placer.

Semyon -que parece que tenía un prostíbulo -establo- propio, es el típico hombre que es "bueno y amable" frente a sus iguales (a los otros rusos y, en menor medida a los representantes de las mafias de otras nacionalidades, vean su escena con Azim), pero que desprecia a todos los demás, sean norteamericanos, sean negros o sean homosexuales (nótese lo que dice después de que la policía le hace el examen de sangre).

En este racismo, Semyon es acompañado (aunque los dos hombres no se conocen) por Stepan (el actor polaco Jerzy Skolimowski) que hace de tío de Anna y que, según dice la tía Helen (Sinéad Cusack, casada con Jeremy Irons), producto del excesivo consumo de alcohol de los hombres rusos... de esto se ve mucho.

Me recuerda, de alguna manera a lo que comenté en otro blog en Los nazis y los hijos, los vecinos y la naturaleza, citando a Santiago Orrego: "El error fundamental de Hollywood (...) es justamente (...) que (...) : muestran a los nazis como monstruos afectivos, y nadie, evidentemente, se siente en riesgo de llegar a ser como ellos; debieron haberlos mostrado tal como eran: tiernos con sus hijos, leales y esforzados esposos, amantes de la naturaleza, preocupados por sus vecinos y amigos, compasivos y solidarios con los pobres". Con los otros rusos (más aún si son de la familia, que es casi lo mismo que pertenecer a Wory w Sakone), diríamos en este caso.

Por otra parte, la tía no es racista, pero sí parece que es clasista: a ella le daba lo mismo que el ex-novio de Anna, con quien convivió, haya sido de color, lo más importante para ella, es que era médico. Oh!

No creo -pero puedo equivocarme- que Kirill (muy bien Vincent Cassel en este rol, que le viene como anillo al dedo) no es homosexual -como dicen los demás- sobre todo el checheno que debió morir por sostenerlo. Creo que es impotente (lo que llamamos en derecho impotentia coeundi). Cómo podía ser de otra forma cuando su mismo papá lo llevó a lo que ellos llaman "nuestro establo" (establo de animales, se entiende). ¡Siempre esos ritos de iniciación tipo pre-históricos! Además, sin duda, el alcohol en exceso contribuye a su impotencia.

Mi escena favorita: cuando Kirill llega al restaurant ( => lavado de dinero, obvio) y dice a su papá: "¡Nunca había visto tanta gente vieja junta!" Semyon responde: "es la sra. fulanita de tal (una rusa) que está celebrando su cumpleaños número 100". Kirill se ríe y le responde: "pensé que era una fiesta para el ángel de la muerte".

Semyon es interpretado magistralmente por el actor alemán Armin Mueller-Stahl, nacido en Tilsit, Prusia Oriental (ver Die Flucht) radicado en California (cómo podía ser de otra manera).

La relación entre Semyon y su hijo es parecida a la que se presenta en otra película de mafiosos, en Road to perdition

¡Qué bien que Anna se quede con Christine! Me imagino que, como hija de quien es, algún día herede toda la fortuna de su padre. Mal me parece que nadie se haya comunicado con la familia de Tatiana en Rusia y les haya hablado de Christine, después de todo, tenían derecho a saber de su existencia. Como Christine, en el futuro, tiene también derecho a saber de su filiación.

No les cuento más, para no arruinarles el suspenso de la historia, por si la ven.


9 comentarios:

Luna Carmesi dijo...

Si.
Si.
Si Marta. Nos encontramos ante una de las mejores peliculas del 2007.
Por supuesto, tambien que el crudismo habitual de Cronenberg. Y coincidio en ti en todo. Cassel esta que se sale.

Hablé de ella someramente en mi blog hace algun tiempo:
http://eldesvandeluna.blogspot.com/2007/10/de-cine-opiniones-y-prejuicios.html

Buen fin de semana!
Un abrazo!
:)

Marta Salazar dijo...

Luna querida! sí, tienes razón, en octubre!

creo que no te conocía entonces! o se me pasó!

sabes que acá acaba de llegar! imagínate lo atrasados que estamos!

tienes razón "Esta película será uno de mis top de este año",

un abrazo muuuuuy fuerte y mil gracias!

Benita Pérez-Pardo dijo...

Hoy voy al cine. Jamás se me hubiera ocurrido ir a verla sin esta recomendación.

La última vez que vi al actor fue en 28 semanas después y no me gustó nada de pseudovampiro sangriento. Además ja hecho una serie o miniserie para TV un poco fuerte sobre "la trata de blancas".

A lo mejor voy a ver la de Kiera que no me acuerdo ahora mismo como se llama- un melodrama romántico-bélico-social- declases- creo. Tendré ésta como opción válida.

Mil gracias

Andrés dijo...

Aún no se estrenó en Buenos Aires, pero tengo muuuchas ganas de verla. "Una historia violenta" me pareció una gran película.

Saludos

Marta Salazar dijo...

Gracias Andrés, lo que no me queda claro es si la viste o no?

Querida Benita! pero poco y nada tiene que ver com 28 semanas, esta es real y, como toda obra inglesa, tiene un gran contenido de crítica social...

Pero no uno plano y negativo; la cinta "termina bien" (aunque podría haber terminado mejor);

y se muestra que lo mejor que se puede hacer es confiar en las instituciones del estado de derecho y en su eficacia; no es departed en que se muestra a una policía corrupta e ineficiente...

El problema de la prostitución es grande.

Nuestro old chancellor Schröder dijo hace años que la especialidad de la mafia rusa es la prostitución...

No sé si seguirá sosteniendo lo mismo, ahora que trabaja para Gazprom...

un abrazo a Benita y otro a Andrés!

Luna Carmesi dijo...

Me parece increible que peliculas como esta no hayan llegado a todos los paises en un mismo y razonable tiempo... No sé, un mes por ejemplo, dice muy poco de los que dirigen el negocio.
Luego se quejan de que la gente no va al cine...
Solo se lo piensan bien ante productos prefabricados...
:-/

Hilda dijo...

Marta, esta película no está en mi país, y te soy sincera no la vería ni por equivocación, no me gustan las películas tan crudas.
Sin embargo agradezco el leer críticas como las tuyas porque puedo leer y aprender sobre una pelicula sin tener que verla, je je

Me llama la atención tu frase: Es muy real, lo que se muestra, existe. Lamentablemente. Y habría que hacer algo para que no existiera más.

Efectivamente es lamentable que en pleno siglo XXI haya esclavitud, del tipo que sea, hasta cuando avanzaremos como humanidad.
Un saludo desde México. Hilda

Alejandra dijo...

Me gustó la película básicamente por las mismas razones que das tú. Realista, cruda, pero aún así con mensaje.
Las escenas con arma blanca, me creerás que hasta me gustan si están bien justificadas dentro de la trama, como en este caso. Anna es el observador externo que nos introduce al mundillo, y me gustó su papel...
Saludos Marta

Marta Salazar dijo...

tienes razón "Anna es el observador externo que nos introduce al mundillo, y me gustó su papel..."

también me gustó mucho su rol, mucho!

sí, lo de las armas blancas es un trauma infantil mío...

Un abrazo fuerte Ale y mil gracias por tu comentario!