De 14 de mayo del 2007
La Reina Isabel pasó raudamente por los cines alemanes, al menos por los de por estos lados. Evidentemente no es una película para el público que más ve cine en Alemania: los adolescentes.
Pocos de quienes hoy son teeneager conocen a Lady Di.
Para qué decir que la reina de GB no es importante para ellos, no tienen antena ni para una sra. tan viej... mayor, ni para lady Di que es ya un personaje histórico, ni menos aún para Ton(t)y Blair que es un izquierdista que en realidad se parece más a los conservadores alemanes (sobre todo a la CDU y a la CSU, pero este este es otro tema).
Lo único que quiero es explicarles por qué no vimos la película The Queen en su momento: porque estuvo poquísimos días en cartelera y ni siquiera la repusieron cuando Helen ganó su merecido Oscar a la mejor actriz.
Ayer domingo, como era el día de la madre en Alemania, Kinopolis organizó un Lady Kino, con champaña y todo. Al que también podían acudir varones acompañantes... Pe$e al bajo precio, el cine estaba vacío, sólo unas cuantas sras. que iban de a dos y alguno con su marido.
Me decepcionó un poco que la película no cubriera toda la vida de Elisabeth, desde que asumió el trono (o cómo se diga, ya saben que soy republicana) hasta hoy.
Pero no, la cinta bien podría llamarse simplemente : una semana en la vida de Isabel II y de Tony Blair, con información acerca de Lady Di.
Esa es la historia y no más. Es cierto que hay referencias a su primer encuentro con Winston Churchill y al fin de la segunda guerra mundial que en el occidente, celebramos el 8 y no el 9 de mayo, como en Rusia, en Bielorrusia y en Ucrania (ver A Funny Thing About Time) y a acontecimientos históricos, pero éstos son sólo menciones que giran en torno al hecho principal que se cuenta en esta película:
la muerte y los funerales de la Princesa de Wales o Gales.
Me quedé con las ganas de ver algo sobre la guerra de Irak...
Profético es lo que la Reina le dice a Tony: repentinamente caerá su popularidad... Es exactamente lo que ocurre ahora, ahora que anunció su renuncia anticipada y la entrega de Downing Street al canciller del Reino, Mr. Gordon Brown.
A propósito de Downing Street, ¡qué caos el que tienen los Blair en la residencia! ¡Si parece casa alemana! ¡Las paredes llenas de dibujos de los niños! Todo lleno de cosas y desordenado.
Un contraste con el castillo de Balmoral. Me dió risa ver que el comedor donde desayunan los royalties es igual que el comedor de cualquier castillo en Alemania.
También me dió risa que la Reina tenga el mismo pañuelo de cuello (para mí es de cuello y no de cabeza, porque me vería demasiado mal si me lo pusiera en la cabeza, como la Queen) que yo, uno imitación marca cara. Ese que tiene puesto cuando su Land rover (qué envidia tener un Land rover!) sufre un desperfecto en Escocia, cuando va a la cacería. El mío me lo regaló una amiga.
Pero, con todo, para Blair los niños están más presentes que sus nietos para la Reina. Con esa educación, no es raro que pase lo que pasa, no sólo en la Casa real, sino que en toda Inglaterra... que las cosas estén como están.
Y si algo hay que agradecer a Tony y a su ministra de educación es que la educación pública (y la privada también) hayan mejorado un poco durante su periodo y ello, con pluralismo educativo, esto es, sin imponer un tipo único de educación, ni de colegio, sino que dando máxima autonomía y libertad posibles a los colegios británicos. Un buen ejemplo que podría ser seguido.
En cuanto a la relación entre ambos: entre Tony y la Reina, no sé si recuerdan lo que aprendimos en el colegio (supongo que en todos los países de habla hispana se lee el Quijote en el colegio...) acerca de la quijotización de Sancho y la sanchización... de don Quijote.
Algo así ocurre, mutatis mutandi, entre Blair y la Reina. La defensa de Elisabeth por parte de Tony frenta a Alastair Campbell es... la única oportunidad en que vemos a Blair perder la calma. Ni siquiera frente a Cherie (tiene nombre de chocolate, Mon Cherie, muy popular en Alemania, para quienes no los conozcan) que continúa tan antimonárquica durante toda la historia.
No sabía (lo dice el secretario de su Majestad al comienzo de la película) que Blair viene de una familia conservadora, que estuvo en uno de esos colegios de élite y que, por tanto, pertenece al stablishment.
El que queda bastante mal es Philip, el príncipe consorte, me recuerda al personaje austriaco, Graf Bobby un "aristócrata" de la post guerra que no entendió que los tiempos habían cambiado.
Los comentarios que hace(n), sin ser malévolos, revelan el más mínimo sentido de la humanidad, por decirlo de alguna manera. Es la caricatura (lamentablemente real) de muchos nobles europeos, sólo preocupados de la caza y que, en el fondo, desprecian a la mitad (o más) de los habitantes del planeta.
En Alemania, hay una canción (nueva, de un grupo de Hamburgo) llamada Show's shine que describe jocosamente esta forma de ser.
Digno de destacarse es la alusión al inversionista financiero que le dispara al venado en la cara (!) No sé si Uds. saben, pero es el pecado más grande para un cazador disparar a una presa en la cara. Pero claro, actualmente, los nobles con castillos y bosques, para ganar un poco de dinero (tienen toda la razón en ello), arriendan / alquilan sus cotos de caza por un fin de semana o una semana a "nuevos ricos", que quieren dedicarse a un deporte como la caza que acaban de aprender y del cual no tienen idea. Ese es el mensaje de la visita al castillo vecino... Así, la Reina comprende poco a poco que los tiempos han cambiado.
Lo que le explica su secretario a Blair es también significativo: ella ve en todo la voluntad de Dios... Es, de alguna manera esa mentalidad protestante que tiene bastante que ver con lo que decíamos acerca de Kant el fin de semana, ver La obligación moral y el deber kantiano y con un tipo de educación que no me parece la apropiada.
Para finalizar este comentario que ya me quedó muy largo: entiendo que hay que ser austera hasta en la expresión de los sentimientos, lo entiendo perfectamente, es más, me parece que es más la forma de ser que aprendí en mi país. Pero evidentemente que esto es muy distinto a ser ... no quiero decir indolente, sino más bien, frío o fría como un pez del Ártico.
Me parece que es lo que el personaje de la Reina entiende al final de la película. Después del matrimonio de Carlos y Camila, supongo que esto ha quedado, para ella, aún más claro.
Me pregunto qué ocurrirá con la corona británica luego de la muerte de Elisabeth, sólo podemos esperar que sus nietos renunc... abdiquen y los pobres Windsor se liberen de las cadenas a que están atados. Y también ellos puedan vivir como gente normal... La verdad es que el mundo no resistiría otro drama tipo Lady Di - Carlos - Camila.
Para finalizar, Helen Mirren se llama en realidad -supongo que lo saben- Ilyena Vasilievna Mironov (y leo en Wiki que trabajó en una de las mejores películas de los '80: Excalibur, donde hizo de Morgana, irreconocible hoy como Isabel II).
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