Me pareció una película muy desigual... esto es, a ratos cómica, después demasidado dramática (¿tenían que tardar tanto en morir-no morir, al final de la misma?), inesperadamente trágica, en partes romántica, todo junto en una mezcla que, me parece, no tiene mucho sentido.
Charlize Theron como Mary Embrey no me convence; menos en el papel de super heoroína o diosa... o una de las dos sobrevivientes de una raza inmortal y poseedora de super poderes. Al comienzo, podría pensarse en la Samantha, pero de la antigua serie Bewitched, después de todo, tanto Ray como Larry Tate trabajan en publicidad y tienen una personalidad parecida.
En su traje -y con el maquillaje- de inmortal, me gustó aún menos... me recordó más bien a las actrices de Underworld y no a una superhero. En el mejor de los casos, diría que es una mala imitación de Gatúbela
La historia no me convence, demasiado alambicada, complicada... Empieza bien; pero después de la mitad de la película... Y que conste que soy fan de Will, que, si no lo fuera, podría ser aún más estricta.
Por su parte, Ray Embrey es un soñador bastante ingenuo, al que Mary apoya por sobre todas las cosas... sin ella, él no hubiera podido salir adelante y menos que nada, habría sabido criar a Aaron Ray acierta al diagnosticar a John Hancock una falta de amor y de aprecio que conduce a que él mismo trate mal a quienes lo rechazan a él. Nada más evidente.
Algún crítico alemán han hecho ver, con bastante ironía que se trata de la primera película de resocialización de un super héroe. Sólo que -diría yo- su resocialización no es fruto del tratamiento que le dan en la cárcel (a menos que las sesiones de terapia de grupo que la historia ridiculizan, sean consideradas como decisivas en su rehabilitación), sino de la buena voluntad y del idealismo de Ray Embrey
Como héroe que no quiere serlo, Will-Hancock se supera a sí mismo y esto es muy rescatable. Es un buen ejemplo, sobre todo para los jóvenes con problemas (tal vez de alcoholismo)... Superarse, ser mejor, cambiar... esto está bien.