¿No te gustaría ser como los árboles, que crecen hacia arriba, que hacen lo que tienen que hacer, lo que es correcto? Es la pregunta de Ben Driscoll a Carol Bennell
De la misma forma, nos podríamos preguntar: ¿No preferiríamos renunciar a nuestra libertad para hacer siempre lo que es correcto, de acuerdo a los dictados y la sabiduría de una inteligencia superior?
Una inteligencia superior que nos domina, nos ha quitado nuestra libertad -con la que hacemos tantas burradas- y a la que obedecemos ciegamente; pero no amamos.
No amamos, con lo que esta inteligencia superior no es ni parecida al Dios cristiano, que nos ha creado libres para que le amemos, ya que un ser que no es libre, no puede amar. Lo que parecen olvidar todos los maridos y las mujeres celosos y celosas (ver la explicación del fracaso matrimonial de Tucker y Carol, más adelante) del mundo entero...
Esa inteligencia superior es precisamente la que pretende controlar el mundo y esa inteligencia superior es precisamente la que lleva a que quienes son dominados por ella, no muestren emociones, ni pasión, ni odio, ni amor, ni repulsión, ni cariño. Sino que pasan por la vida como una especie de zombie
Entre paréntesis, quien haya caminado en la mañana temprano, por las calles de alguna ciudad avanzada del primer mundo... no es por nada, pero no hay demasiada diferencia entre los zombies de la excelente película The Invassion y la realidad que se observa en sus aceras.
No, este no es un virus bueno, no se puede sostener, de ninguna manera que el Virus was good, de partida, porque no se puede permitir quitar la vida a los inmunes...
¿Estaremos ya tan deshumanizados? Porque, de acuerdo a lo que S.E. el embajador de Rusia, Yorish, si cesaran las guerras y las disputas, habríamos dejado de ser humanos.
En la cena en que Yorish tiene el genial (se pierde mucho con la traducción) diálogo entre él y Carol-Nicole Kidman, el embajador de la Rep. Checa (claro que como es un remake de un remake de otro remake, puede ser que se trate, en realidad, de los embajadores de la URSS y de Checoslovaquia, en aquel tiempo, muy unidos, hoy no), el Dr. Henryk Belicec (brillantemente interpretado por el actor de origen alemán, naciudo en Greifswald, en la ex-República democrática alemana, Josef Sommer) le advierte a la Dra. Benell que los rusos son así, siempre tienen que estar peleando. Que debatir y enfrentarse pertenece al alma de los rusos, ergo -mi interpretación- los rusos son los más humanos de entre los humanos...
No sé si saben que la embajada checa -que se ve dos veces en la película: la entrada y la cena, después el dormitorio donde yace Yorish, es, en realidad, la embajada de Chile en Washington. Los productores querían filmar en los escenarios original... perdón, quiero decir, verdaderos.
Daniel Craig me gusta en este papel... tanto como lo que no me gusta como James Bond
La elección es nuestra: ¿nos gustaría ver a Bush y a Chávez, profundizando las buenas relaciones entre los Estados Unidos y Venezuela? ¿Nos gustaría ver a los militares norteamericanos abandonando Irak? ¿Un Irak unido en que todos los clanes, tribus y grupos humanos conviven amistosamente? ¿Nos gustaría que no hubiera más fracasos matrimoniales como el de Tucker Kaufman y Carol? Véase que él le reprocha a ella el fracaso matrimonial, ya que él, Tucker, estaba, para ella en tercer lugar, después de su hijo, Oliver (un típico caso de celos y ánimo de posesión de la mujer), y de su trabajo profesional, como psiquiatra.
Entre paréntesis, hay una crítica a la sociedad que busca la felicidad a través de las píldoras (esto ocurre más en América que en Alemania, acá tenemos mucho miedo a la química y evitamos las pastillas, salvo que sean de homeopatía claro).
¿O preferimos siendo humanos y peleándonos entre nosotros? Pero en libertad, con emociones, con amor... Yo prefiero la segunda alternativa, ¿y Ustedes?
Entre paréntesis, la suegra de Carol (come con el televisor encendido, una muy mala costumbre) no necesitaba haber sido infectada, seguro que ya era estilo zombie desde antes...
En el fondo, la pregunta es: ¿prefieres renunciar a tu libertad para que el mundo sea mejor y no haya más conflictos, ni guerras, ni peleas matrimoniales? ¿No es mejor entregar nuestra libertad a un ente superior que nos diga a cada instante lo que tenemos que hacer, que nos guíe y en quien confiemos ciegamente?
¿No sería mejor un mundo sin misericordia? en que aquel que no se deja dominar, que no puede ser dominado, los inmunes, como Oliver, ¿tengan que ser sacrificados en pos de un ideal más alto?
¿No sería mejor matar a todos quienes se resisten a ser controlados por la inteligencia superior planificadora para así lograr la paz y la armonía? Me pregunto eso sí, ¿la armonía, con quién o con qué? ¿con árboles o con piedras que no pueden sustraerse a la ley física, inevitable e ineludible?
Afortunadamente, los microbios (¿recuerdan La Guerra de los mundos? en que los microbios son los que en realidad, vencen a los invasores extraterrestres) son menos resistentes de lo que se pensaba, dice al final de la misma cinta, el Dr. Stephen Galeano, fiel y leal amigo, valiente y siempre en segundo plano, pese a ser "la lumbrera" del equipo. Tal vez mi personaje preferido.
El miedo al bioterrorismo, a una pandemia (SARS y gripe aviar y, en menor medida el Sida) y, me parece que, sobre todo, al enemigo que está dentro de nuestras líneas, que no conocemos pero que es un quintacolumnistas, que nos puede traicionar en cualquier momento, sin que nosotros nos demos cuenta, es algo que continúa en nuestro subconsciente, en nuestra sociedad.
La película es muy buena, Nicole está muy bien en este papel, a diferencia de alguna de las anteriores (que lamentablemente no he visto) termina bien, así que no teman verla entera.
Me gusta mucho esa narración de lo que va a suceder en dos tiempos, cuando Nicole-Carol se imagina lo que hará y hace. O cuando Ben describe sus planes de cómo encontrar a Ollie y burlar a "los infestados". Es una forma de narrar muy hábil y muy ágil, no se pierde tiempo, pero sí se mantiene en alto grado de suspenso.
El debut hollywoodense del director alemán Oliver Hirschbiegel ¡ha sido todo un éxito!
3 comentarios:
Mi querida Marta es encantador ver el aprendizaje y el análisis que obtienes de las películas. A mí no me gustó nadita, me dio asco el vómito y me la pasé estresada. Sí, Daniel Craig y Nicole Kidman lucen muy guapos y muy bien su actuación.
Sin embargo el mensaje que tú le encontraste es bueno y te felicito por ello.
Saludos. Hilda
p.d en qué post te visitó ossiel? no lo encuentro!
Hola hola!
yo pienso que esta peli hay que verla desde el final y pasando por la charla con el ruso y también es emocionante que Ben le diga
"no hay nada que no pueda hacer por tí"
y lo cumple...
lo del vómito, es sólo de mentiritas,
Ossiel? en AESYD, lo de la marcha de los neonazis!
besos!
ya encontré el comemntario de ossiel, gracias
y de la película, bueno, la charla con el ruso en la cena me pareció muy interesante y coincidí en muchos puntos sobre respetar la libertad de elección. Lo demás no me gustó, casi me vomito yo aunque todo fuera de a mentiritas jajajaja
saludos. Hilda
Publicar un comentario