martes, 28 de agosto de 2007

Night at the Museum - Noche en el museo


De 5 de enero del 2007


La vimos hoy en la tarde, así que tengo los recuerdos muy vivos. Es muy buena, divertida, para toda la familia.

¿Críticas? La relación padre-hijo no me gusta.

La mamá (Erica) cambia al papá por uno que gane más y/o que sea más exitoso y no un looser como su primer marido Ben Stiller o Larry Daley. Ella no quiere un frustrado, sino un ganador, uno que gane suficiente dinero, que use corbata y pueda ser un modelo para su hijo... La historia me parece lamentablemente conocida.

Eso hace que el niño admire al padrastro y no al padre. Esto, de acuerdo a los deseos de la mamá, que pone condición para que Larry continúe viendo al chico, que éste encuentre un trabajo.

El trabajo, Larry lo encuentra en el Museo de Historia natural, como nochero o guardia de noche. Y esta es su salvación y lo que le permite continuar viendo a su hijo de diez años. Todos los días miércoles y todo el fin de semana cada quince días.

Este trabajo, que fue su tabla de salvación y que no era el que él había soñado, resulta que termina siendo la demostración -a los ojos de su hijo, ante sus propios ojos y ante la chica que le gusta, Rebecca- que él es una persona que realmente vale y vale mucho.

El que lo lleva a reconocer el valor de lo que hace y lo hace comprometerse con el museo es nada menos que el 26° presidente de los EEUU, Teddy Roosevelt (!). Es el elemento patriótico de la película.

No deja de ser gracioso que los norteamericanos (representados por los vaqueros) y los romanos sean presentados como los imperios expansionistas que no pueden dejar de pelear (en este caso, entre ellos). Y que su pelea sea una suerte de prolongación de los deseos de luchar de los niños (de sexo masculino, no es que lo suscriba, sólo comento lo que se insinúa en la película).

hay una sola mujer en el museo: una indiecita. Claro, Pocahontas sigue de moda.

A propósito, a los mayas, los dejan encerrados... no son capaces de jugar sin pelear que es lo que finalmente logran vaqueros y romanos (Octavio). Me acordé de Apocalyto

Finalmente, aunque es muy divertida, supongo que los estadounidenses (por lo de la historia y geografía de su gran país) se pueden reir aún más que nosotros que desconocemos -mayormente- estos detalles y lo que significan.

Me recordó un poco a Jumanji...


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