No ha tenido buena crítica en Alemania, aunque la mayoría de mis amigos reconoce que es mejor que Casino Royal (que no he visto, así que no puedo opinar).
Una crítica acertada es que no parece una cinta de 007, sino una película de acción más (leo que también es la crítica del FAZ). Sí, no falta razón a quienes lo sostienen y, sinceramente, para ver pura acción, prefiero a Bruce Willis
Daniel Craig no me convence como Bond. Además, por algún problema de derechos de autor, no puede pronunciar su famosa frase: mi nombre es Bond, James Bond.
No me atrevo a pronosticar si el personaje tiene o no futuro; pero, me temo que una tercera cinta de esta categoría y podemos olvidarnos del agente que se hizo famoso durante la guerra fría y sobrevivió a ella. Pero nadie vive para siempre, ni siquiera James Bond.
¿Quiénes son los enemigos en esta historia? Difícil reducirlos a uno solo. Los ecologistas -falsos ecologistas- del mundo, las transnacionales -en su nueva versión Greene-, la CIA, algunos corruptos agentes de la CIA, los norteamericanos en general, el gobierno de Bolivia? Los buenos siguen siendo los del MI6.
El ministro de relaciones británico, dice a M que si no ellos (los ingleses) no aceptan negociar con bribones, se quedarán sin partner. Con ello, acepta que debe hacer negocio con bandidos.
Es cierto que el problema de la energía y las pipelines es grande hoy en día y -se teme- que también lo sea el del agua en un futuro mediano, esto último -eso sí- lo veo más como producto de la fantasía prospectiva de los genios de siempre y menos como una realidad.
En realidad, esta historia, más parece un caso para Transparencia Internacional que uno para James Bond.
Bond tiene un problema psicológico: desea vengarse de quienes mataron a su amada, de la que él piensa que lo traicionó también a él; pero parece que no fue así. La típica historia de amor entre agentes. Tan manida ya en otras películas.
Olga Kurylenko o Ольга Куриленко o bien Camille Montes (raro que, si es boliviana tenga un nombre francés, más probable sería que tuviera uno inglés) me recuerda -otra que quiere venganza- a Carole Bouquet o Melina Havelock en For your eyes only, una de las mejores sino la mejor cinta de Bond... para mi gusto al menos.
En un mundo en que una Bond Girl francesa interpreta a una griega y una norteamericana, a una rusa y un gran etcétera, me parece ridículo el disgusto de algunos paneslavistas que critican a la Kurylenko porque interpreta a una boliviana (rusa - boliviana, en realidad). Y más encima, del servicio secreto de Bolivia (!). La han llamado traidora (al mundo eslavo, claro) e iniciado una campaña en su contra. Sobre todo el tema Olga y su percepción en Ucrania, ver la selección de noticias en el blog de Nicholas (al que se ha incorporado recientemente Lyudmila) Kiev Ukraine News Blog
De alguna manera, en un mundo globalizado, donde podemos viajar -real o digitalmente- por todo el mundo real y también por mundos paralelos, se ha perdido ya por completo el atractivo que tenían, en las películas de Bond, de los paisajes exóticos, el carácter de espectacular de la ópera de Bregenz (Tosca en una puesta en escena de esas que conocemos demasiado por acá) y de las autopistas noritalianas, de Haití, del desierto chileno (en realidad, no es Bolivia, el gobierno de la Paz no dió autorización para filmar en ese país).
No es lo mismo que ocurría en los '50, '60 ó incluso en los '70, cuando no se podía viajar por el mundo como hoy. De partida, no se podía recorrer el Este de Europa y Cuba era el paraíso prohibido. Hoy en día, lo único prohibido es Corea del Norte; pero este país ya había sido mostrado en una película anterior. Además, de espectacular, no tiene mucho.
La música... nada especial.
Se la critica además, porque es un interminable desfile de marcas...